viernes, 5 de octubre de 2018

Pepinillo del diablo



De tallos rastreros, hojas acorazonadas en forma triangular, gruesas e irregularmente dentadas, cuyo envés es áspero por sus duros pelos, desagradables al tacto pero no espinosos. Flores amarillentas, ligeramente acampanadas, de unos 2,5 cm de diámetro y cinco pétalos. Fruto ovoide péndulo, muy característico, de 4 a 5 cm de longitud, sostenido por un largo pedúnculo que se va hinchando poco a poco hasta que la presión interior lo rompe. Por el orificio, saldrán a presión las semillas, llegando a alcanzar una distancia de hasta tres metros. Cuando el fruto está maduro, el más mínimo roce provoca su estallido por la presión hidrostática.Foto tomada en la Puebla del río,Sevilla por José Luis G*G*

domingo, 19 de agosto de 2018

Flor de Malva


 
   La malva sylvestris es una planta originaria de distintos  continentes, Asia, África y Europa, perteneciente a la familia de las Malváceas. Actualmente podemos encontrarla en distintas partes del mundo sobre todo junto a los bordes de los caminos.                               Cómo podrás reconocerla La también conocida como Flor de Malva, se caracteriza por sus peculiares flores dotadas de cinco pétalos rosados o púrpuras que desaparecen cerrando sus puertas en los días de lluvia y durante la noche, en determinadas ocasiones.  El tallo que las acompaña es velloso y leñoso y sus hojas verdes con forma palmeada. Puede llegar a medir entre los 20 y 150 centímetros de alto que empiezan a florecer durante los meses de febrero o marzo. 

La Flor de Malva es conocida por ser un antiinfamatorio natural. Puede usarse tanto para inflamaciones externas, las que pueden nacer en la piel, como para aquellas internas. En el caso del primer supuesto el remedio es  aplicar compresas de té de malva en la zona afectada. Seguramente estarás pensando, ¿cómo elaboro la infusión de malva? El proceso es my sencillo, necesitamos únicamente un litro agua y flores o hojas secas de Malva. Una vez tenemos los ingredientes, el siguiente paso es incorporar el agua con dos o tres cucharadas de nuestra planta, dejar reposar la mezcla y en última instancia colarla.